Los moviles antiguos que tenemos en casa
¿Hace mucho que no vas a una boda? Pues si creías que había muchos móviles en la última a la que acudiste, ahora hay esos mismos móviles, multiplicados por cuatro como mínimo.
Es cuento menos gracioso ver al fotógrafo oficial rodeado de una cohorte de fotógrafos aficionados que móvil en ristre, disparan las mismas fotos desde los mismos ángulos, y espontáneamente coordinados por ellos mismos cual marabunta de hormigas alrededor de los novios, incluso dentro de la iglesia, para desesperación del cura, del fotógrafo, de los novios, de los padrinos y en general de todos los asistentes a la boda, a excepción quizás de esos mismos fotógrafos aficionados.
Más divertido es aún cuando a pesar de las protestas del cura para que los asistentes apaguen los móviles, el nokia tune no deja de sonar, precisamente cuando más silencio hay en la iglesia.
Dicen que es una cuestión de educación, como lo de silenciar el móvil en el cine, pero es que nos hemos habituado tanto a los teléfonos móviles, que ya hasta hay servicios por internet que compran los móviles, de tantos como saben que tenemos por casa en cualquier cajón, y que poco uso vamos a darles ya.
Y lo mejor del asunto, es que incluso algunas de estas empresas que se dedican a comprar los móviles, hasta pagan ellas los gastos de transporte, para que ya no tengamos ninguna excusa a la hora de venderles el móvil.
En cualquier caso yo tengo por costumbre silenciar el móvil en todas aquellas situaciones o circunstancias, en las que la gente no haya acudido allí precisamente a oir mi último tono de llamada. Es decir, que casi siempre lo llevo en modo vibración. Salvo cuando se me olvida, claro.
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